Hablar mucho no representa buena comunicación y a pesar que la tecnología nos está permitiendo mayor acercamiento, el resultado no es precisamente que nos estamos comunicando de manera efectiva.
Particularmente creo que uno de los recursos intencionales que Jesús usó para establecer su enseñanza fue la comunicación y sí que lo hizo de manera efectiva, Él no solo tenía la capacidad de hablar e ilustrar sus mensajes, sino que desarrolló la gran virtud de escuchar a los demás a pesar que en muchas ocasiones tenía que hacerlo para ser cuestionado y humillado, así mismo, usó esta facultad para afirmar la vida y el propósito de quienes le rodeaban.
La biblia, como el libro de mayor sabiduría y consejo del mundo, presenta el siguiente consejo en Santiago 1:19 " Todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho." otra versión "Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar".
Existe una gran diferencia entre oír y escuchar, el vocablo escuchar significa 'poner atención o aplicar el oído para oír [algo o a alguien]'. Por tanto, la acción de escuchar es voluntaria e intencional, a diferencia de oír, que significa, sin más, 'percibir por el oído [un sonido] o lo que [alguien] dice'.
Algunas razones por las cuales necesitamos aprender a escuchar:
1. Saber Escuchar muestra respeto.
2. Escuchar construye relaciones.
"El primer deber del amor es aprender a escuchar".
3. Escuchar aumenta el conocimiento.
"Un buen oyente no solo es popular en todas partes,después de un tiempo sabe algo mas" W. Mizner.
4. También genera ideas.
5. Edifica la lealtad.
6. Es una gran manera de ayudar a otros y así mismo.
7. Escuchar bien, es sabiduría.
¿No crees que es tiempo de aprender a escuchar a Dios con atención?, ¿de hacer un alto y atender a tu cónyuge y a tus hijos?, el problema no es que los demás no saben hablar, es que nosotros muchas veces no sabemos escuchar y esto se ve reflejado en nuestra vida de oración, nuestra prioridad es traerle a Dios todo lo que nos preocupa, nos hace falta y lo que entendemos que El tiene que escuchar, pero no nos detenemos a callar delante de Él y permitir que su paternal voz traiga la guianza, el consejo o la corrección que le dará otro giro y salidas a nuestros conflictos.
Escucha como quieras ser escuchado y tus relaciones se convertirán en un mundo de soluciones, comprensión y afecto.
